Al sur se extiende un territorio agreste jalonado por pequeños pueblos y aldeas donde todavía laten las raíces más profundas del Sobrarbe: el verdadero corazón histórico de la comarca. Recorrer el Viello Sobrarbe es retroceder al origen de nuestro territorio.
Tierra Buxo y el Viello Sobrarbe forman una de las zonas más genuinas y tranquilas de la comarca, donde sobreviven paisajes tradicionales, aldeas con sabor antiguo y un patrimonio rural que habla de siglos de historia.
Sus numerosos pueblos, pertenecientes a Aínsa-Sobrarbe, conservan un magnífico patrimonio de dólmenes, ermitas e iglesias, además de la la arquitectura en piedra típica de la zona, manteniendo intacta la identidad del Sobrarbe más antiguo.
Zona rica en patrimonio y tradición, donde destacan sus monumentos y una arquitectura popular que conserva la esencia del Sobrarbe más antiguo. La Torre de Abizanda, imponente en su atalaya, y la iglesia románica de Olsón, «La Catedral de Sobrarbe», una de las más singulares de la comarca, son símbolos de este territorio de piedra y memoria.
Entre sus calles y paisajes aún pervive la leyenda de Olsón, que habla de antiguos misterios como «Las 12 brujas desnudas» y creencias y fiestas como «Los langostos de Abizanda» transmitidas de generación en generación, reforzando el carácter mágico de este rincón del Sobrarbe.
Un lugar donde historia, arquitectura y tradición se unen en bellos pueblos como Ligüerre de Cinca para ofrecer una visita llena de autenticidad y encanto.
Bárcabo, en pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, mantiene la autenticidad de los pequeños núcleos rurales, rodeados de montes y caminos ideales para el senderismo y la observación del paisaje.
En Lecina, la imponente Carrasca milenaria —uno de los árboles más emblemáticos de Aragón— preside un entorno de barrancos, cuevas y senderos perfectos para descubrir la esencia del
Un escenario donde patrimonio natural y cultura popular se unen para ofrecer una experiencia tranquila y profundamente auténtica.
El Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, compartido con el Somontano, ofrece un paisaje único de barrancos, cuevas y cañones donde la naturaleza se muestra en estado puro.
En el Parque Cultural del río Vero, arte y geología se entrelazan: dólmenes, abrigos con pinturas rupestres Patrimonio Mundial y senderos que recorren un territorio habitado desde tiempos prehistóricos. Entre ellos destaca la ruta de las Escaleretas, un itinerario que asciende por pasarelas y tramos tallados en roca, ofreciendo vistas espectaculares del entorno.
Un espacio donde paisaje, historia y cultura se combinan para descubrir un Sobrarbe ancestral y sorprendente.
