Sobrarbe, un paraiso natural
Sobrarbe, un paraiso natural
Sobrarbe es una comarca con un gran valor ambiental, tierra de contrastes y de gran diversidad. En sus 2.202 kilometros de superficie se localizan algunos de los paisajes más hermosos del sur de Europa.
Más del 50% de nuestra comarca está incluida en alguna figura de protección oficial del medio natural, dato que permite hacerse una idea de la riqueza del patrimonio natural de estas tierra y del buen estado de conservación de sus hábitats.
Aquí podemos encontrar prados alpinos y bosques frondosos en los valles altos, donde el agua está siempre presente saltando en forma de cascadas y barrancos, como en Ordesa, Pineta, Bujaruelo o el Valle de Chistau; inmensas cumbres del Monte Perdido y Posets, donde perviven las últimas extensiones de glaciares catalogados como Monumentos Naturales; y los Valles de Añisclo y Escuaín, cincelados por las aguas de los rios Bellos y Yaga.
Deberemos descender, acompañando a su ríos Ara y Cinca, a paisajes más mediterraneos, como el que encontramos en el Valle de la Fueva, en los escarpes de la Peña Montañesa o en el Biello Sobrarbe, entrada a las sierras prepirenaicas de la Sierra de Guara y sus Cañones, cuyos valores paisajísticos son fruto de la erosión fluvial que nos ha proporcionado espectaculares cañones, mallos, pedreras y cavidades.
Toda esta variedad y diversidad de ecosistemas ha sido el origen de la creación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y los Parques Naturales de Posets-Maladeta y de los Cañones y la Sierra de Guara, así como de otras figuras de protección como LICs y ZEPAs.