El verano en Sobrarbe es una invitación a vivir el Pirineo Aragonés en su máxima plenitud. Entre montañas y cañones majestuosos, pueblos con encanto y ríos cristalinos, la Comarca de Sobrarbe se convierte en un destino donde la naturaleza, la cultura y las tradiciones laten con fuerza.
El verano en Sobrarbe es sinónimo de naturaleza, aventura y fiesta. Con días largos y cielos limpios, la comarca se convierte en el escenario perfecto para disfrutar del senderismo y rutas de montaña por los grandes valles pirenaicos y por espacios protegidos como Ordesa, Guara o el Posets-Maladeta.
Para los más montañeros, Sobrarbe cuenta innumerables picos y tresmiles, tan emblemáticos como el Posets (Lardana, 3.369 m) o el Monte Perdido (Punta Treserols, 3.355 m).
El calor invita también a vivir la adrenalina del descenso de barrancos y otras actividades acuáticas, una de las actividades estrella del territorio, o a refrescarse en las piscinas naturales de los ríos Ara, Cinca o Cinqueta, además de las piscinas municipales de muchos pueblos.
El verano es también tiempo de fiestas patronales, donde música, tradición y convivencia llenan las plazas. Entre las celebraciones más singulares destaca La Falleta de San Juan de Plan, una ancestral bajada de antorchas por la montaña que ilumina la noche del solsticio.
A ello se suman los grandes festivales culturales del verano en Sobrarbe: el Festival Internacional de Música Castillo de Aínsa, el Festival de Cine de Ascaso, considerado el autocine más pequeño del mundo, o Pirenostrum en Boltaña, que reúne a luthiers y amantes de la música tradicional.
